La verdad que me sigue pareciendo alucinante pensar que sigo en India, la India que presentaron tan solo hace 8 días, esa donde el calor es sofocante, en la que parece que estas en una sauna continúa, esa donde la pobreza, la suciedad y miles de olores te impactan a la vez.
Yo creo que nos equivocamos de avión y aterrizamos en la Polinesia, aquí es totalmente diferente, esta selva es verde, un auténtico pulmón para la zona. Árboles gigantescos, flores bonitas y coloridas, ríos los cuales el sonido de su caudal me transporta directamente al Pirineo y sus sensaciones. Un fresquito agradable al atardecer y el calor, de clima seco, donde el sol pica y sube un tono la piel, pero no te evaporas.
Pasear por sus sendas me ha dado fuerza, esa teletransportación por segundos a los valles del pirineo, y ese aire limpio que se respira se agradece.
Después de conocer toda la historia de los reyes de Jaipur, Agra y todas las ciudades que hemos recorrido con sus Palacios, ver como vivían, hoy nos tocaba a nosotros experimentar un poquito de esa vida que tenían.
Transportarse en elefante, y dejarse cuidar. Así que el día acaba con un masaje de pies a cabeza.
Día de relax, si, pero también de limpieza, por fuera y por dentro, aquí en India se necesita como en todos los sitios, y si además estas pocos días y todo te viene de sopetón nunca va mal tomarse un día para ti. Un día para ordenade todas las imágenes e información de tu cabeza, un día para purificarte.
¿Qué te ha parecido?