Nueva Delhi – Día 12

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Esta ciudad es tan grande que cuando crees que ya tienes una idea generalizada sobre ella, llegas a un sitio y te rompe los esquemas.

Yo pensaba que aquí casi no había edificios altos y hoy me despierto en un hotel con 20 plantas, y desde la piscina me rodean otros edificios similares. El ambiente de este hotel es totalmente diferente al último en el que estuve en Delhi, aquí hay gente de negocios, con sus trajes, corbatas y sus reuniones en los distintos sitios del hotel. El nivel es medio-alto tirando a alto. Me encantaría llegar a ser una de esas personas de negocios que viaja para cerrar tratos y visita miles de ciudades y hoteles. Claro que me queda mucho por delante. Pero ver a estas personas en pleno trabajo me ha hecho bajar a mi realidad, esa que he aparque hace 13 días y que no me había parado a pensar más en ella. Como cambia la forma de ver o afrontar las cosas cuando hay miles de kilómetros de por medio. 

Hoy toca visitar los jardines de Lodi «Lodi Garden», es un gran parque con bastante vegetación, un gran lago en medio y unos monumentos donde se encuentran las tumbas de Lodi y su antecesores. Igual es porque sigo teniendo en mi mente las imágenes de Kerala y sus palmeras y naturaleza en general, pero este parque que me parecía bonito y tenía ganas de ver antes de irme a estas vacaciones hoy no me ha parecido tan espectacular como esperaba. Igual el insufrible calor que caracteriza a esta ciudad ha tenido mucho que ver.

Otra de las cosas que me ha roto los esquemas hoy, es que si ayer hacia una reflexión sobre las parejas hindúes, hoy en este parque no he parado de ver parejas sentadas dándose arrumacos. Así que ya no se qué pensar sobre lo de ayer, supongo que de todo tiene que haber en esta vida, las personas evolucionan y las costumbres con ellas.

Por último he conocido el barrio tibetano. Que decir, no me he sentido muy cómoda por sus calles, eran como muchas de Delhi, sucias y estrechas.La comida tibetana se parece a la India, pero a mi parecer esta más buena, todo acabado con un sweet lassie para quitar ese temible picor que hace que te arda la boca.

Una de las cosas que me ha sorprendido hoy es que hemos cogido unos Rickshaw nuevos flamantes, limpios y cuidados, ha sido todo un acontecimiento, a punto de pedirles el móvil para llamarlos cuando nos hicieran falta. No se ven muchos así por la ciudad. 

Esta tercera oportunidad a Delhi no ha estado mal. Es tan sumamente grande que no puedes sacar una conclusión final para esta ciudad, siempre va a existir un sitio el cual no hayas visitado y te sorprenda, para bien o para mal, pero seguro que no pasa desapercibido.

Entramos en la recta final del viaje, queda un viaje corto y dos días en Delhi.
Mañana a Benares.
Sensación de hoy, nerviosa por el viaje, dicen que impacta. Y contenta por hoy, porque la 3 oportunidad ha válido la pena.  

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