Descubrimos Bayona y el Faro de Biarritz

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Amanece en San Juan de Luz y el tiempo no acompaña mucho…  Así que que le damos una vuelta a nuestro planes, dejamos el plan de conocer el interior y decidimos ir a visitar Bayona.

Mi consejo, madruga, llega muy pronto a la ciudad, encuentra un parking (nosotros dejamos el coche al lado del rio Pl du G. de Gaulle) y echa a andar, disfruta de la ciudad cuando se despierta, pasea por sus calles silenciosas y déjate llevar.

En un principio, esta ciudad, era un comodín, por si nos quedaba algo por ver, pero al final acabo siendo el primer plan de nuestro segundo día y un descubrimiento inmenso.

Nos ponemos rumbo a Bayona, 20 min desde nuestro hotel, en el coche mientras nos dirigimos hacia allí, yo iba buscando información sobre la ciudad, de normal me preparo un poco los planes, pero como ya he dicho era un comodín que no contaba con visitar.

En muchos blogs, encuentro post de la ciudad donde me contaban todos los monumentos que tienes que ver etc Nada más allá que no te diga una guía convencional.

Es una ciudad para perderse, para contemplar sus edificios y dejarte llevar por todas sus calles, nosotros sin mapas descubrimos la Catedral de Sainte Marie y su Claustro, no somos de entrar a las iglesias pero esta tenia algo que nos llamaba la atención y la verdad fue entrar y alucinar de lo bonita que era, seguimos paseando y descubrimos su mercado y su zona comercial. Las calles comerciales empezaban a llenarse pero no por ello dejaba de ser espectacular.

Decidimos ir a un punto de información, llevados por la emoción de no perdernos algo que no “estuviera a mano” de esa bonita ciudad y de paso hacia allí, descubrimos su jardín botánico. Un punto que no hay que dejar de ver si vas a esta ciudad, un lugar mágico donde puedes seguir dejándote llevar por esa emoción.

Nuestra visita coincido con una feria del Jamón y al lado del río, junto al mercado, había una zona con puestecitos de comida y música vasca en directo. Cruzamos el río y nos encontramos la Iglesia de San Andrés con un pequeño mercadillo de antigüedades y el Castillo Nuevo.

Fue una mañana genial, llena de emociones y descubrimientos, pero tocaba despedirse de esa bonita ciudad y poner rumbo a Biarritz.

Nos gusta plantear un poco nuestro viajes, pero eso no quiere decir que cumplamos los planes siempre. Una vez más cambiamos, Biarritz es una ciudad que no nos llamaba mucho la atención, si entraba de primeras en nuestro planes era solamente porque esta hermanada con la ciudad donde vivimos pero nada más, así que decidimos cambiar el plan.

En vez de pasear por Biarritz nos fuimos directos hacía su Faro. Aparcamos el coche entre Bayona y Biarritz (no recuerdo el nombre de la zona) y echamos a andar por un paseo al lado de la costa hasta llegar al Faro ¡Como me gustan!

Sitio de costa que visito, no puede faltar un faro que descubrir 🙂 

Hay unos caminos al lado del faro entre arbustos que te regala unas vistas alucinantes

Un paseo y una cervecita con el mar enfrente bastó para descansar nuestras piernas de todo el día. 

Antes de fin de trayecto por ese día, decidimos ir a pasear y cenar a San Juan de Luz, me dejé guiar por una recomendación y acabé en una crepería chiquitita pero con una carta para chuparse los dedos Piper Beltz. Agotados decidimos que por hoy colgábamos el cartel de fin de trayecto

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