Incluso el calor se me hace más soportable, he paseado por sus calles como más tranquila, mirando el paisaje y no pendiente de si me atropellan o piso algo que no es suelo. Será porque igual nos estamos acostumbrando después de 15 días en plena India o porque en 3 días la ciudad ha cambiado de repente.
Para empezar la despedida otra vez al primer restaurante que fuimos al llegar, donde el primer día cogí con ganas la comida India, y probé de todo aunque picase pero que hoy no he probado más que un plato porque mi cuerpo no puede más con esta comida que en mi opinión es poco variada y con mucha salsa. Todo lleva pollo y miles de salsas, nunca encuentras un mismo plato elaborado de la misma forma en distintos restaurantes, digamos que a mi, lo que más me ha gustado ha sido el chapati ( pan)
Paseo por nuestro viejo barrio, donde empezamos nuestro viaje Hauz Khas Village, la sensación ha sido la misma, tranquilidad todo me parecía más limpio. Recuerdo el primer día por estas calles, con cierto respeto y todos nuestros sentidos en alerta, mirábamos a todos los lados como si en cualquier momento alguien nos fuera a atacar, en cambio hoy, como si fuéramos de allí toda la vida, todo era familiar, estábamos en nuestro antiguo barrio de Nueva Delhi.
Las tiendas me parecían más bonitas, me parecían tiendas y no puestecitos, la gente ya no me parecía tan extraña, incluso cuando ya nos íbamos me daba pena pensar que jamás o dentro de mucho tiempo no volvería a pisar esas calles.
Ya con el chip cambiado de cerrar etapa, empezar a ver el fin de esta gran aventura que ninguno nos habíamos imaginado así, nos íbamos despidiendo por partes de esta enorme ciudad, de su gente y de sus características peculiares.
Y aunque digamos que si nos perdemos que nadie nos busque en nueva Delhi…
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